lunes, 20 de junio de 2011

Encuestarán a 13 mil alumnos sobre qué es lo que consumen

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Es un sondeo anónimo que ya comenzó a llegar a todas las escuelas, públicas y privadas.

Hay consumo de drogas legales e ilegales entre los estudiantes en Entre Ríos. No es novedad; eso lo indican los datos oficiales: cerca del 78% consumió alguna vez alcohol, más en las mujeres; y el 41,4% consumió tabaco.
Eso es respecto de las drogas legales, las de mayor envergadura. Diferente es el panorama respecto de las drogas ilícitas: el 9,4% de los estudiantes probó alguna vez alguna, pero la que tiene mayor prevalencia de vida es marihuana (7,8%). El consumo de estas sustancias muestra tasas de consumo considerablemente superiores para los varones.
En lo que sí se destacan las chicas es en el consumo de psicofármacos.
Eso es lo que reflejó respecto de Entre Ríos la cuarta encuesta nacional a estudiantes secundarios que encaró en 2009 la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).
Aquí el sondeo abarcó a 2.755 estudiantes, es decir que un 3,3% del total de la muestra nacional.
El Consejo General de Educación (CGE) ahora se propone una consulta mucho más abarcadora, 13 mil alumnos del ciclo superior de la escuela secundaria, con una encuesta totalmente diseñada en la provincia.

Por qué. La coordinadora de Prevención de Conductas Adictivas del CGE, Nora Romero de Clari, resalta la decisión de encarar una encuesta provincial a los estudiantes. “Creemos que es necesario recuperar la voz de los chicos, de una manera muy actualizada. Conocer qué piensan de manera directa”, sostiene.
La psicóloga Alejandra Freijes, responsable del sondeo, explica que para alcanzar a establecer una muestra cuyos resultados sean fácilmente extensibles a toda la realidad provincial, la franja a encuestar debe representar el 30% de la población total.
Eso se hizo: se tomó el 30% de los estudiantes que cursan el nivel superior de la escuela secundaria, de 4º a 6º años, y así se llegó al número de 13 mil chicos. Pero no es sólo numérica la diferencia con otras investigaciones de campo; también hay otro enfoque.
“Desde el Observatorio Nacional de Drogas han encuestado a los adolescentes sobre el consumo de drogas legales e ilegales. Pero a esta encuesta la pensamos de otra manera”, diferencia.
Esa otra manera es ésta: partir de la base de que hay un consumo que existe y que es real; pero a veces los supuestos van mucho más allá de la realidad. “Hay una idea instalada dentro del imaginario respecto a que aquel que probó una vez es un adicto. No es real. El chico o el adolescente tiene una idea de consumo que a veces está distorsionada, es diferente a lo que concretamente ocurre”, plantea Freijes.

Anónima. La encuesta, que será suministrada a los alumnos por referentes departamentales de Educación que visitarán cada una de las escuelas, será de carácter anónima, y responderla no llevará más de 20 minutos. Y será la primera vez que la provincia encara un relevamiento de esa envergadura.
El sondeo se da en el marco de la investigación que lleva adelante el Programa Educativo de Prevención de las Adicciones, que auscultará la opinión de alumnos de 4º, 5º y 6º años –del ciclo orientado de secundaria–, de escuelas de gestión estatal y privada, rurales y urbanas, de todos los departamentos de la provincia.
Se busca así conocer la opinión de los adolescentes acerca de los consumos de sustancias; qué lugar ocupa la escuela como espacio para abordar esa temática; y conocer sus expectativas para, de ese modo, proyectar acciones de prevención y capacitación a los docentes.
Hay ya algunos indicios que permiten asomarse a lo que pasa en las escuelas y de eso da cuenta la experiencia de la encuesta piloto que ya se realizó en escuelas de Paraná. “Mientras explicábamos de qué se trata –recuerda Freijes–, un chico juega con una regla, y hace como que aspira cocaína. Eso nos llamó la atención: se asocia droga con cocaína, pero no con el tabaco, el alcohol, o la tecnología”.
Eso es precisamente lo que busca este sondeo. “Nosotros, desde el programa, intentamos correr la palabra adicciones, que es un tema de la salud, y hablar de consumos problemáticos. Dentro de los consumos problemáticos, todos nos debemos hacer cargo que estamos consumiendo de manera problemática un montón de otras cosas que no son precisamente cocaína y marihuana. Esta es la propuesta de esta investigación”, acota.

Qué se sabe

Los datos que se conocen acerca de la realidad de los adolescentes y el consumo en Entre Ríos corresponden al sondeo hecho en 2009 por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), a través de su Observatorio Argentino de Drogas.
La denominada cuarta encuesta nacional a estudiantes de enseñanza media dio cuenta de la magnitud del consumo de alcohol, tabaco, psicofármacos usados sin prescripción médica (tranquilizantes y estimulantes), solventes o inhalables, marihuana, cocaínas (clorhidrato y pasta base), heroína y otras drogas.
La encuesta abarcó una población de entre 13 y 17 años, durante octubre y diciembre de 2009 en forma simultánea en todo el país, y en Entre Ríos se relevaron 2.755 estudiantes, es decir que un 3,3 % del total de la muestra nacional.
El análisis final de los datos colectados permitió conocer que las prevalencias de vida más altas corresponden a alcohol (77,7%) y tabaco (41.4%), que son, precisamente, las de mayor consumo.
Cerca del 78% de los estudiantes secundarios tomó alguna bebida alcohólica, según el relevamiento de 2009; algo más las mujeres y el 41,4% de los estudiantes alguna vez en la vida fumó.
Respecto del consumo de drogas ilícitas, el 9,4 % de los estudiantes probó alguna vez alguna sustancia, pero la que tiene mayor prevalencia de vida es la marihuana (7,8%).
El consumo de estas sustancias muestra tasas de consumo considerablemente superiores para los varones.
Dentro del conjunto de los psicofármacos usados sin prescripción médica, los tranquilizantes ocupan el primer lugar, con una mayor prevalencia entre las mujeres.
El 1,7% de los estudiantes inhaló alguna sustancia, siendo los varones quienes presentan mayores tasas de consumo.

La tolerancia social

“El consumo entre los chicos es algo que se ha naturalizado”, dice el psicólogo Mario Sarli, asesor del Ministerio de Desarrollo Social en materia de adicciones.
Al respecto, señala que las pautas de consumo se siguen manteniendo “en forma alta. Y es relevante el consumo de fin de semana, esto no ha variado”, apuntó.
“Es una pauta que se ha naturalizado para los chicos, y con una importante tolerancia social, por parte de familia y de la sociedad en general. Hay mucho consumo de cerveza, de bebidas blancas, y de consumos de bebidas energizantes”, añade.
No encuentra Sarli datos que le permitan aseverar que haya una profundización en esas conductas, aunque asegura que lo que sí se da es un “alto nivel de tolerancia”, que se traduce en una falta de control por parte de los padres a la actividad de los jóvenes durante las noches de fin de semana.
“Es descontrolado en el ámbito de las discotecas, no hay ningún control, y hay una venta absolutamente indiscriminada, pese a las regulaciones legales que venda la posibilidad de vender alcohol a los menores”, subrayó.
“Los docentes viven los efectos de esta situación. Por eso es muy conveniente llamar la atención a los padres. También hay que decir que los padres no son colaboradores ante la demanda de la escuela. En general, tienden a oponerse ante los llamados de atención del docente, y se inclinan por identificarse con el malestar del chico, se enojan con la escuela, cuestionan la preocupación del docente”, apuntó.
Hay, dirá después, un alejamiento de los adultos de la nocturnidad de los adolescentes. “La nocturnidad es ahora patrimonio de los chicos, los padres tienen poco acceso, especialmente a partir de los 15 años. Hay poco acceso al ámbito de recreación de los chicos. Y bueno, no todos los padres se enteran de lo que consumen sus chicos, excepto cuando ocurre alguna intoxicación aguda. Allí tienen conocimiento”, observó.
En ese sentido, asevera que “los padres tienen que estar más cerca de la realidad que viven los chicos, tienen que compartir sus noches, el día siguiente, hablar, aunque eso no siempre se hace. Esto hace que los chicos transiten su nocturnidad sin ningún tipo de control, sin ningún tipo de contención”.

Preocupante

Nora Romero de Clari y Alejandra Freijes, ambas responsables de la encuesta a estudiantes secundarios, dicen que el alcohol es la adicción más preocupante, que más se da corrientemente, pero paradójicamente, sobre la que menos se trabaja.
“El consumo de alcohol es el consumo preocupante. Es una preocupación permanente”, dice Romero de Clari.
Y Freijes añade: “En realidad, es preocupante a nivel discursivo, pero no se actúa tanto. Se pone más el acento en las sustancias ilegales que en el consumo de sustancias legales. Y lo que hay que decir es que el alcohol está haciendo estragos, no sólo en los adolescentes sino también en la población en general”.

30,6% de pacientes asistidos en los servicios de guardia en los hospitales públicos en Entre Ríos habían consumido tabaco en las semanas previas a la consulta, según la cuarta encuesta nacional sobre el uso indebido de drogas, realizada en 2009. El 12,4% habían consumido alcohol y el 1,9%, cocaína.

Publicado por: El Diario de Paraná.

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