jueves, 26 de mayo de 2011

Sociedad de Bomberos Voluntarios de Gualeguay 37 años de fructífera labor al servicio de la comunidad

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El pasado 13 de mayo, la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Gualeguay cumplió 37 años de labor y de constante crecimiento para atender a las necesidades de la comunidad.

Este festejo no pasó desapercibido, sino que, como ya nos tiene acostumbrados esta Institución, en el marco de la celebración se inauguró la cancha de fútbol 7, se presentó una unidad 0 km. totalmente equipada y se concluyó en una cena con la asistencia de más de 350 personas.
“El Debate Pregón” se hace eco de este nuevo aniversario con una edición especial que ofrecemos a ustedes con entrevistas, un poco de historia y de presente de esta Institución que enorgullece a la comunidad de Gualeguay.

Un poco de historia

La fecha oficial de fundación es el 13 de mayo de 1974. Así está registrado el acto fundacional de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Gualeguay, sin embargo la entidad no surgió por generación espontánea de un día para el otro. Muchas reuniones, contactos, gestiones, avances y retrocesos se produjeron al momento de la Asamblea en la sede de la compañía de seguros Hermes, donde también habían tenido lugar los encuentros previos entre los promotores de la iniciativa.-
A principios de la década de 1970 se advertía en Gualeguay cierta desprotección por la falta de elementos adecuados y personal entrenado para combatir incendios. Por otra parte el crecimiento de la ciudad demandaba otro tipo de atención, reclamando periódicamente por el Centro Económico Gualeguay a las autoridades provinciales sin lograr respuestas valederas.
Estas se encontraran, evidentemente, en la iniciativa de su propia comunidad, es más, en la iniciativa un grupo de gente joven y de trabajo que manifestó las inquietudes creadoras y el empuje puestos de relieve cuando asumió la responsabilidad de organizar un cuerpo de bomberos voluntarios.

Bautismo de Fuego

Si bien varias intervenciones en incendios, accidentes, rastreos del río tras la desaparición de personas en sus aguas, traslados de enfermos y auxilios diversos habían corroborado la eficiencia del nuevo cuerpo, este no había afrontado así, al comenzar 1977 un verdadero bautismo de fuego, es decir dura lucha sostenida frente a un siniestro implacable. Pareciera que el destino hubiese estado aguardando que el cuerpo alcanzara un mediano equipamiento y sus hombres cierta experiencia, para probar a los hombres de Gualeguay ante una circunstancia verdaderamente difícil y peligrosa. Y esto ocurrió en la tarde del caluroso 6 de febrero de 1977 a las 14.45 se advirtió en un depósito comercial atestado de mercaderías, propiedad de Emilio Aschkar, sobre calle Belgrano, en cuya esquina el comerciante posee su negocio de almacén. Pronto el depósito se transformo en una inmensa hoguera, pese a la premura a la que acudieron los bomberos. Pero el fuego devoraba todo, por momentos aumentaba y amenazaba con derrumbar el edificio y propagarse a inmuebles linderos. Mientras se requería el refuerzo de los Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú, el cuerpo activo de Gualeguay luchaba denodadamente con el apoyo de una ambulancia, médicos y enfermeros presentes allí para auxiliar a los jóvenes bomberos que experimentaban los efectos del humo y el intenso calor. Las explosiones de los envases se sucedían, dando un matiz más dramático a la situación, hasta que el fuego, al caer la tarde, había sido circunscrito. La lucha ceso recién a la medianoche, con pérdidas cuantiosas. Por su parte, los bomberos de Gualeguay, habían alcanzado en esa tórrida jornada su mayoría de edad.

Publicado por: El Debate Pregón.

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