viernes, 20 de mayo de 2011

Secundarios pueden reclamar cuando no comparten una nota

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La queja deberá ser fundada, y una vez que se formalice el docente deberá explicar qué criterios utilizó; si no hay acuerdo, la escuela deberá arbitrar los medios para superar el entredicho surgido. Eliminan la instancia de los recuperatorios: al finalizar cada trimestre la escuela deberá crear un espacio semanal para la revisión de los contenidos sobre los cuales los alumnos hayan tenido dificultades.

Hay parámetros que siguen igual en la escuela secundaria en Entre Ríos: sólo se aprueba cada uno de los tres trimestres con una nota que no debe ser inferior a 6; y de un año a otro los alumnos pueden pasar sólo llevándose dos materias previas. Pero los exámenes ya no serán el filtro que han sido hasta ahora, y la calificación que ponga el profesor puede ser cuestionada por el alumno o sus padres.
La novedad está incluida en el nuevo sistema de evaluación, acreditación, calificación y promoción para los estudiantes de secundaria que acaba de aprobar el Consejo General de Educación (CGE), un completo esquema que apunta a evitar que un examen por sí solo ponga en riesgo toda la trayectoria escolar de un año. Y que introduce otra novedad: la posibilidad de evaluar los conocimientos de los alumnos con discapacidad que se integren en escuelas comunes, algo que hasta ahora no ocurría.
El nuevo reglamento de calificación y evaluación establece que "la escuela realizará un análisis crítico de las prácticas pedagógicas", y en cabeza del docente pone la responsabilidad del seguimiento del alumno. Así, en cada inicio del año escolar, el profesor a cargo de una materia "comunicará o acordará" con los estudiantes los criterios de evaluación que habrá a lo largo del año.
En ese marco, con un año escolar dividido en tres trimestres tendrá, está previsto que haya en la última semana y antes del cierre de cada trimestre, "instancias de integración de saberes para todos los estudiantes". Así, los que no aprobaron, tendrán la posibilidad de promocionar una determinada asignatura. Así, desaparecen los temidos recuperatorios donde eran más los alumnos que reprobaban que los que aprobaban.

CÓMO RECLAMAR. El nuevo sistema de evaluación en la escuela secundaria está contenido en la resolución N° 1.582, del 12 del actual, firmada por la titular del Consejo General de Educación (CGE), Graciela Bar, que regirá en todo el nivel medio, insta a las escuelas a establecer mecanismos de enseñanza "integradores" de modo que se "promueva la movilidad de los alumnos", y así se evite la repitencia.
Un punto clave que establece el nuevo reglamento indica que en la planificación anual, cada escuela dará a conocer de modo fehaciente a alumnos y padres qué sistema de evaluación y calificación utilizará. Y cada docente podrá elegir qué método usa para registrar los avances del alumno: con una nota –ninguna asignatura se aprobará con menos de 6--; mediante conceptos –alcanzó o no alcanzó los objetivos--; u "otros símbolos". Lo central es detectar a tiempo qué alumno no consigue aprender los conocimientos dados en el aula, e instrumentar los mecanismos para auxiliarlo.
Marcela Mangeón, responsable de la transformación curricular en la escuela secundaria --que este año se masificó a todo el sistema en Entre Ríos--, dice que lo primordial es establecer un lugar al estudiante en el proceso de evaluación. En ese marco se inscribe la posibilidad de reclamar sobre una nota o sobre una calificación asignada. Pero enseguida aclara: el derecho de peticionar no borra la asimetría necesaria que debe existir en términos escolares entre el docente y el alumno.
Ese derecho a peticionar está contenido en un apartado del nuevo reglamento de calificación en las escuelas secundarias. Al respecto, plantea que un estudiante, o un grupo de estudiantes o también los padres, pueden pedir una revisión sobre alguna "instancia del proceso de evaluación, debidamente fundado". Y que se "procederá a dar intervención al docente comprendido en el mismo para explicar sobre los criterios de evaluación y calificación oportunamente comunicados, y las estrategias de evaluación utilizadas. De continuar el mismo, la institución arbitrará los mecanismos para resolver la situación planteada".

QUÉ CAMBIA. Así, el nuevo método de evaluación implica reformular las prácticas pedagógicas de los profesores. Y se inscribe en un proyecto más abarcativo de la política educativa entrerriana, que este año transformó de raíz los contenidos que se enseñan a los secundarios.
Pero a pesar de esas modificaciones, no hay variantes en torno a las notas. Las calificaciones entre 6 y 10 significan aprobación; y entre 1 y 5, no aprobación. La acreditación de saberes por parte del estudiante permitirá al docente avanzar con los contenidos; pero cuando un alumno dé señales de no alcanzar a comprender todos los aprendizajes, "será motivo para iniciar en cualquier momento del proceso la recuperación de saberes" con el grupo que esté en esa situación.
De ese modo, la nueva reglamentación se convierte en un certificado de defunción para los "recuperatorios" de diciembre.
"En el caso que los estudiantes no alcancen la calificación de 6 en alguno de los trimestres, la institución gestionará acciones de acompañamiento pedagógico y complementación a cargo del docente del espacio curricular, u otros recursos humanos existentes en la escuela", subraya. "La instancia de integración de los saberes de cada trimestre abarcará una semana para retrabajar los conocimientos de ese período del año con otras estrategias didácticas", apunta el nuevo reglamento.
Quienes no consigan promocionar, irán al período de exámenes de diciembre, que incluirá una semana de revisión y otra de evaluación ante un tribunal; si tampoco hay promoción, irán a febrero. En ningún caso se permite que sea evaluado en más de dos asignaturas distintas en un mismo día; y entre una y otra, debe existir un espacio de tiempo de 2 horas. La escuela está obligada a darle al alumno todas las herramientas a su alcance de modo que le permitan aprobar la materia, dice la normativa que ahora rige en las escuelas.

Integración

Marcela Mangeón, responsable de la transformación de la escuela secundaria, dice que "por primera vez se regula" un mecanismo de evaluación para los alumnos con discapacidad que se integran a escuelas comunes.
Y además apunta a una apertura mayor de la escuela, de modo que se garantice "el ingreso y la permanencia" de todos los alumnos, con una mayor democratización, y con un "cambio en la organización pedagógica institucional que implica flexibilización curricular a través de sus tiempos, espacios y formas".
Y así el documento aprobado por el Consejo de Educación plantea la necesidad de "concebir una propuesta curricular tendiente a reemplazar la idea de alcanzar determinados logros cumpliendo una cantidad de horas predeterminadas, por la de alcanzarlos cumpliendo con un determinado ritmo de aprendizaje".
Así, se permitirá al estudiante integrado cursar "todos los espacios curriculares correspondientes al año de estudio", y para eso cobra importancia el equipo integrador, conformado por el docente del aula, el tutor, el asesor pedagógico, los supervisores, el equipo de profesionales, la familia y los directivos.
Aunque no cambia un punto: la incorporación de alumnos con discapacidad a escuelas comunes requerirá de la firma de un acta acuerdo.

PARA DESTACAR

La nota para promocionar se mantiene en 6.
No se pueden llevar más de 2 materias previas.
El año escolar se divide en 3 trimestres.
Al finalizar cada trimestre, habrá 1 semana para reforzar conocimientos.
En Entre Ríos la escuela secundaria tiene una matrícula de 130 mil alumnos.
Hay 516 establecimientos educativos de ese nivel y 22 mil profesores.

Publicado por: El Diario de Paraná.

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