domingo, 27 de noviembre de 2011

Qué piensa el nuevo líder del gremio de los maestros

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Es un docente de primaria que nació a la vida sindical en Valcheta, un pequeño pueblo de Río Negro adonde emigró en la década del 80. Vuelto a su ciudad, Gualeguay, adhirió a la Lista Celeste de Agmer, que el miércoles recuperó la conducción del gremio. Salarios y descuentos por días de paro están en los temas de agenda que pretende presentarle al Gobierno.

Adriano, 8 años, fue quien empujó la decisión.
Néstor Fabián Peccín, el papá, 46 años, maestro de primaria, estaba debatiendo acerca de si aceptar o no la candidatura para dirigir el mayor sindicato docente de Entre Ríos, y no pudo obviar la consulta familiar. A su hijo, por ejemplo.
–Vos qué decís: papá va a tener que estar mucho tiempo afuera, casi toda la semana en Paraná, y le van a quedar pocos días para estar en casa. Qué pensás vos –le propuso al hijo.
–No me expliques esas cosas, papá: yo soy un chico; decidí vos.
Néstor Fabián Peccín –Néstor Fabián por el cantante de tango que hacía dúo con Violeta Rivas– decidió entonces aceptar la oferta y lanzarse con su candidatura a dirigir la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).
El miércoles, Peccín se convirtió en el nuevo secretario general de Agmer, al vencer a la candidata de la oficialista Agrupación Rojo y Negro, la actual vocal gremial del Consejo General de Educación (CGE) Susana Cogno. Y fue un triunfo cómodo, al punto que los Rojo y Negro sólo pudieron mostrar un resultado holgado a su favor en Paraná, pero en Concordia, el segundo bastión que mantuvieron, la victoria fue muy ajustada.
“Notábamos el sentir y el palpitar: los compañeros querían un cambio, y ese cambio sentíamos que era nuestro. Las expectativas que teníamos eran las mayores. Sabíamos que íbamos a ganar. Sólo estaba nervioso por mi departamento, Gualeguay. Nos habíamos propuesto que fuese una excelente elección, y logramos entrar con la lista completa, sin minoría”, dice Peccín en esta tarde de jueves que dialogó con EL DIARIO, con los estragos en su cara de una noche larga y un amanecer apurado.

MIGRANTE. Peccín consiguió con su triunfo en las elecciones del miércoles 23 reposicionar a la histórica Lista Celeste, que durante un cuarto de siglo había conducido los destinos de Agmer. Su hegemonía se había quebrado en 2009, cuando la Rojo y Negro le arrebató la conducción provincial, y César Baudino pasó a ocupar el sillón donde hasta entonces había estado Sergio Elizar.
Peccín, padre de un hijo de 8 años, maestro de primaria, es actualmente secretario adjunto de Agmer Gualeguay, y entre 2003 y 2009 ocupó el cargo de secretario general. Pero no empezó su militancia en Entre Ríos sino durante el tiempo de su exilio en el Sur.
Aunque nació en Gualeguay, durante la década de 1980 buscó probar suerte fronteras afuera de la provincia: emigró a la localidad rionegrina de Valcheta, hasta que la crisis de esos años lo devolvió nuevamente a Entre Ríos, en 1992.
Desde ese año de la vuelta y hasta 2003 se desempeñó como maestro rural y director de escuela. En 2003 pasó a cumplir funciones de supervisor, cargo que todavía mantiene.
En Río Negro, precisamente, fue donde se despertó su vocación sindical: allá en el Sur llegó a constituirse en delegado de la seccional Valcheta del gremio de los maestros rionegrinos, la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter), hasta que regresó a Entre Ríos.
Aquí se enroló en las filas de la Celeste.
–¿Qué les hizo pensar en la posibilidad de ganar la elección?
–La situación actual del sindicato. En estos tres años fuimos advirtiendo errores en la forma de conducir, y en la forma de relacionarse con los demás sindicatos. Tan aislada fue la política sindical que Agmer llegó a quedar sola en la pelea. Hoy está Agmer como un sindicato solo, sin los demás aliados de los trabajadores. Esto no había sido así nunca. Históricamente, Agmer planteó ir a la lucha con todos, y no separados. En la unidad está la fortaleza del sindicato. Con esa situación que veíamos, entonces, ya advertíamos que íbamos a ganar la elección.

SALARIOS. Aún cuando disienta con la política gremial que llevó adelante Agmer en los últimos tres años, y aún cuando sostenga una mirada crítica hacia las constantes convocatorias a paros, Peccín dice que el reclamo salarial de los maestros no está apagado, y que es el principal planteo en el sector. Por eso, sostiene que el reclamo salarial debe ser el motor de la negociación que habrá que plantearle al Gobierno. Y en esa negociación pone algunas condiciones.
“Entendemos que todo aumento debe ir al básico, que es donde deben ir todos los aumentos. Pero además planteamos recuperar los días que nos han descontado por paro. Ese es el mayor desafío, a partir de una negociación franca y clara, que nos va a costar, porque enfrente tenemos a una patronal muy fortalecida después de las últimas elecciones generales. Sabemos que se ha judicializado el tema de los descuentos, que hay sentencia del Superior Tribunal de Justicia. Pero este es un tema que hay que resolver políticamente, en una mesa paritaria”, asegura.
–¿Qué expectativas tienen respecto a la discusión salarial?
–Tenemos las mayores expectativas de que nos va a ir bien en la negociación salarial. Esperamos que el Gobierno dé muestras de que tienen intenciones de tener a todos sus trabajadores en buenas condiciones. Para nosotros, lo salarial es lo sustancial, y lo más sensible al bolsillo de los trabajadores. A partir de ahí, hay diferentes demandas, como las pedagógicas o respecto a condiciones laborales. Hoy estamos viendo que faltan docentes en muchos departamentos porque la carrera docente dejó de ser interesante, y por eso, ante la falta de personal, el docente se recarga de horas, en doble turno. Eso atenta contra la calidad. Para cambiar eso, se necesita un docente mejor remunerado.
–La cuestión de los descuentos parecer ser cosa juzgada en la provincia.
–Para nosotros no es cosa juzgada, es algo a resolver. El tema de los descuentos va a ser una de las cuestiones a abordar en una futura mesa paritaria. Sabemos que es un punto en el que habrá que ceder, porque no pretendemos que nos devuelvan de una sola vez cuatro años de descuentos. Sí o sí va a llevar un tiempo recuperar ese dinero.

Escenario

La nueva conducción de Agmer, que asumirá el próximo 1º de enero, se topará con varios frentes abiertos: la paritaria para titularizar los profesores de secundaria está con las venas abiertas, con posturas disímiles con el otro gremio que participa, la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET).
Oficialmente, el sindicato rechazó de plano la transformación de la educación secundaria, que el Consejo de Educación aplicó, primero, en forma de prueba piloto pero que este año generalizó a todas las escuelas, y que en 2012 tendrá su primera promoción bajo el nuevo sistema.
Los maestros, al igual que el resto de los empleados del Estado, sólo tuvieron este año una única recomposición salarial, en dos etapas, en marzo y julio, con un mínimo garantizado de bolsillo que hoy está en 2.340 pesos. La suba promedio fue del 22,8%.
El básico para el cargo inicial está en 1.403,77 pesos, y el valor del punto índice (la base de cálculo para el salario docente) se ubica en 1,2303 pesos, y en escuelas de jornada completa, 1,564 pesos.
El nuevo acuerdo del gremio con la política salarial llevó a Agmer a encarar un duro plan de paros en la segunda mitad del año, que al concluir el calendario 2011 acumula un total de 17 días de huelga (en 2010 habían sido sólo 7 jornadas de inactividad).
El Gobierno respondió con una política unívoca: descontó los días no trabajados por los docentes, y a pesar de que ello originó una batalla judicial, finalmente se impuso el criterio del Ejecutivo.
Hay entre la docencia un problema irresuelto: el alto nivel de ausentismo. La ley sólo permite un máximo de suplencias del 8%, pero en la práctica ese índice trepa hasta el 20%. Y se dan peculiaridades: el Estado debió obviar la normativa, y pasar por alto el régimen de incompatibilidades, permitiendo que un docente acumule más de un cargo.
El gremio sostiene que eso es así por el poco interés que genera la carrera docente, y que el principal condicionante son los bajos salarios.

Publicad por: Ricardo Leguizamón - El Diario de Paraná.

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