Las encontró un periodista, basándose en una biografía del artista italiano. Hacía 137 años que las notas estaban ocultas dentro de la colección de documentos Labouchère, donde en 2008 se había hallado una partitura de Mozart.
Como si no le bastara con ser el padre de muchos inventos que sólo se materializaron varios siglos después, como su célebre “máquina de volar” que se anticipó en varios cientos de años al avión, Leonardo da Vinci sigue dando sorpresas. En los últimos días, se descubrió un manuscrito inédito de su autoría. Carlos Pedreti, especialista en la obra del maestro italiano, dio la primicia al diario francés Presse Ocean de que “se trata de notas que hablan sobre el aire y el viento, en relación con un estudio sobre el vuelo de los pájaros”.
Hacían 137 años que el manuscrito se encontraba en la biblioteca y había sido donado dentro del mismo fondo de documentos al que pertenecía la partitura inédita de Mozart que se dio a conocer en 2008. Se trata de la colección Labouchère, compuesta por 3000 piezas que no han sido analizadas en su totalidad.
El descubrimiento se debe a la investigación de un inquieto periodista del diario Press Océan que, de regreso de un viaje a Milán, emprendió la lectura de la biografía de Leonardo da Vinci, escrita por Serge Bramly. En un pasaje, el autor se encontró con la siguiente revelación: un fragmento inédito escrito por Leonardo estaría depositado en la biblioteca de Nantes.
Este fue el disparador de la búsqueda del periodista, que culminó con el sorprendente hallazgo. La directora de la biblioteca, Agns Marcetteau, en un principio se mostró escéptica. “Trabajo aquí desde hace más de 20 años –dijo– y jamás ningún investigador me había pedido algún manuscrito de Leonardo”. Pero luego tuvo que rendirse ante la evidencia. “Está escrito probablemente en el italiano del siglo XV –explicó–, y posiblemente en otros idiomas, así que ahora hay que descifrarlo.” El soporte del valioso manuscrito es un modesto trozo de papel amarillento. Pero en él es posible reconocer la típica escritura del genio italiano, no sólo por el trazo de sus caracteres, sino también por estar dispuesta en espejo, es decir, con una escritura invertida que va de derecha a izquierda y que sólo puede leerse de manera correcta cuando se la dispone al lado de una superficie que la refleje. De esta forma, Leonardo “encriptaba” sus escritos como una forma de preservar en secreto sus inventos, descubrimientos y observaciones.
El manuscrito fue sometido a distintas pruebas para comprobar la época aproximada en la que se redactó, y al descubrir que la fecha rondaba el siglo XVI, se le realizaron distintos estudios de autenticidad.
La foto de Press Océan, donde aparece en manos de una de las autoridades de la biblioteca, permite ver que se trata de un trozo de papel muy pequeño, quizás de unos 15 o 20 centímetros, pero que atesoran un valor que es incalculable. Según parece, Da Vinci le depara al mundo aún muchas sorpresas. En 2008 se descubrió un nuevo cuadro suyo. El hallazgo de esa obra había sido realizado por Pascal Cotte y el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oxford Martin Kemp. Tras seis meses de análisis, y según aseguró el propio Cotte, se trataría de La Bella Principessa.Cotte se destaca por sus estudios del famoso cuadro de La Gioconda, al que analizó una cámara especial logrando desentrañar muchos de sus secreto.
Ahora, será el manuscrito el que estará en la mira de los expertos.
Publicado por: Tiempo Argentino.
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